En Villa Montoro conviven con un cementerio de autos quemados

Para quienes viven en un sector del barrio Villa Montoro, las carrocerías oxidadas en los esqueletos de lo que alguna vez fueron autos, se volvió hace dos años su paisaje cotidiano.

Es la cuadra de 3 entre 92 y 93, donde hay en expansión un cementerio de autos quemados, conformado hasta el viernes por once coches tirados sobre la calle de tierra, aunque es muy probable que en un par de días -o ahora mismo- sean más.

Es que algunos vecinos aseguran que “acá ha llegado a haber hasta 20 vehículos prendidos fuego”, sin que se tomen medidas para controlar el fenómeno o aliviar sus consecuencias. De hecho, los mismos frentistas denuncian que “la Policía sabe lo que pasa, pero no se mete para nada”.

“SON COCHES ROBADOS”

Uno de los vecinos que conviven con el cementerio de chatarra quemada aclara, antes de hablar, que no quiere identificarse por miedo a represalias. Acordado ese punto, cuenta que “por acá todos sabemos que estos autos fueron robados en otras zonas”.

“Los delincuentes los traen a este barrio para quemarlos a la madrugada, casi siempre entre las dos y las tres de la mañana, después de desmantelarlos”, acota.

Otro frentista aportó que los dueños de algunos vehículos tienen el dato de que esa cuadra suele ser el destino de algunos de los robados y van rápido a recuperarlos. Eso pasó días atrás con el dueño de un Volkswagen Gol “bastante nuevo”.

“Lo estacionaron de día en la puerta de la casa de un hombre que es de los más antiguos en el barrio y que vive a la vuelta de donde están los 11 autos incendiados, pero el dueño del coche se enteró de que estaba ahí y por la tarde se apareció con la policía y lo recuperó”, reveló el mismo vecino, convencido de que en unas horas más “ese auto iba a ser el número 12” en la flota de los quemados.

SOSPECHAS QUE PICAN CERCA

Cuidándose de no aparecer en las fotos que acompañan a esta crónica, los vecinos apuntan sus sospechas a un asentamiento situado a unos pocos metros de donde viven.

Apuntalan esa hipótesis con el dato de que la quema de coches arrancó “hace dos años, justo cuando se instalaron en el barrio estos asentamientos que ocupan cuatro manzanas”, aunque advierten que no pueden “denunciar a nadie abiertamente porque esto pasa de madrugada, cuando nosotros estamos durmiendo”.

Sin embargo, algunos sí se animan a atribuirles algunos robos ocurridos en el barrio y no pocas “apuradas” que sufren por cuestiones poco trascendentes.

Entre el miedo, los coches abandonados y las “fogatas” de madrugada, la vida en ese rincón de Villa Montoro no resulta demasiado fácil. Y a todo lo anterior hay que agregarle “los tiros al aire que (dicen) llegan desde esos mismos asentamientos”.

“No apuntan contra nadie, pero es una manera con la que marcan territorio para intimidar a los demás”, se quejó un vecino.

El mismo hombre reflejó que “a la gente que vive acá desde hace muchos años no la molestan”, pero ese círculo “privilegiado” es bastante reducido.

Retomando la preocupación por los vehículos que frecuentemente son quemados en la zona, un vecino afirmó que “una vuelta llegamos a contar 20 y los que están ahora en la calle 3 ya llevan varios días en esa condición, aunque parece que ni a la Policía ni a la Municipalidad les importa”.

Agregó que “sólo en una oportunidad vino personal municipal y se llevó dos camiones, que se salvaron de terminar incendiados”.

Los frentistas consultados por este diario tienen la esperanza de que no pase mucho tiempo antes de que se revierta el panorama.

“Ya nos acostumbramos a escuchar de madrugada la sirena de los bomberos, pero alguna vez se tiene que terminar”, reclaman.

EN ROMERO

En otro orden, cerca de las 2 de la mañana de ayer bomberos y policías fueron a 515 entre 141 y 142, donde un Renault 9 de color blanco se estaba prendiendo fuego. No tenía pedido de captura por robo, y poco después llegó el dueño: se le había encajado en el barro, tuvo que ir a pedir ayuda y los quemacoches llegaron antes.