Un intercambio epistolar para calentar la campaña

Por | Mariano Perez de Eulate

El curioso duelo epistolar que protagonizan las facciones del peronismo sorprende al electorado bonaerense a muy pocos días del arranque oficial de la campaña electoral. Fue Cristina Kirchner, la candidata más votada en las últimas Primarias, quien apeló primero al formato de “carta abierta” en las redes sociales para dirigirse, no ya a los votantes, sino a sus rivales en las elecciones legislativas.

El particular pedido de la ex presidenta, formulado el lunes, fue que todas las facciones opositoras se unieran para derrotar al macrismo en Buenos Aires. Una unidad, claro, detrás de su propia postulación. La explicación para tal sugerencia es, en los hechos, el “leit motiv” de su propia campaña: que sólo Ella puede frenar el “ajuste” que estaría llevando adelante el Gobierno y que, según esa visión, se profundizaría luego de los comicios de medio término.

Cristina pidió, pues, que Sergio Massa, Florencio Randazzo (ambos recogen cierto nivel de voto de perfil justicialista) y acaso Néstor Pitrola, el referente de la izquierda, declinen postulaciones en función de un supuesto voto útil que sólo su figura representaría.

Primero Massa, desde los 140 caracteres de Twitter, desestimó el convite. Y ayer lo hizo Randazzo, con su propia “carta abierta” de términos muy firmes (Ver página 7). Se notó cierto enojo en ese texto. Es que la invitación de Cristina pareció el punto culminante de un fuerte operativo de presión ejercido desde el kirchnerismo sobre el randazzista Frente Cumplir, iniciado el día después de las Primarias de agosto, para que el ex ministro de Transporte y su tropa abandonen la carrera electoral.

Algunos pequeños logros tuvo ese operativo: Cumplir sufrió, en efecto, un drenaje de referentes luego del poco menos de 6% que obtuvo Randazzo en las PASO. Candidatos a concejales de aquí y de allá, punteros varios. Pero el caso más resonante fue el del intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta, uno de los supuestos sostenes de “El Flaco” en el Conurbano.

En el texto que dio a conocer ayer, Randazzo no sólo ratifica que será candidato sino que le vomita a Cristina unas cuantas verdades. Entre otras, recuerda: “Te fuiste del peronismo, creaste un partido llamado Unidad Ciudadana y evitaste las Primarias. Entonces pregunto: ¿Quién fragmentó a la oposición?”. Es más: resalta que Mauricio Macri es presidente por culpa de la desacertada estrategia electoral que ella misma decidió en 2015.

Este último punto, las decisiones de hace dos años, es lo que piensan sin decirlo abiertamente la mayoría de los dirigentes del PJ provincial, incluso los que están alineados a la ex presidenta y que en su momento avalaron, culposos y porque se rindieron a las encuestas que favorecían a Cristina a mitad de año, dejar el justicialismo para seguirla a Unidad Ciudadana. Son los que ahora piensan cómo regresar al PJ luego de octubre y revitalizarlo de cara al 2019. Sin Ella, claro.

La referencia a evitar la Primaria que hizo Randazzo, de hecho, es reconocida en voz baja por muchos cristinistas como un error político: ir a las PASO contra el “ex empleado” -y ganarla, según los guarismos de agosto- hubiera fortalecido a CFK, admiten con el diario del lunes sobre la mesa.

De visita por Ituzaingo, Cristina ratificó ayer que “hasta el último minuto y hasta el último día voy a insistir con la unidad para frenar y decirle no al ajuste”.

Una visión extendida en sectores políticos asegura que esa insistencia es una suerte de preparación del terreno discursivo ante una eventual derrota de Unidad Ciudadana en octubre.

Es que encuestas que circulan en los diferentes campamentos electorales hablan de que Esteban Bullrich, el postulante de Cambiemos al Senado, estaría encabezando la intención de voto por un puñado de puntos. La guerra de nervios en torno a los números ya está desatada.

Con su movida epistolar en las redes, tal vez Randazzo le haya ganado de mano a Massa. Fuentes de la fuerza 1País aseguran que el de Tigre también prepara una “carta abierta”.

Concentrado en que los votos obtenidos en agosto no se le escapen hacia Cambiemos o Unidad Ciudadana, el diputado estaría preparando una respuesta a Cristina. Pero no tanto enfocada en octubre, pelea que no piensa esquivar, sino a la construcción de la identidad opositora posterior a la elección.

Massa se concebiría a sí mismo, y dicen que está dispuesto a ofrecerse sin tapujos, como una suerte de “pata bonaerense” del peronismo federal, una movida que planea lanzar la liga de gobernadores justicialistas hacia el fin de este año. Todo en pañales todavía. Su mentada carta, cuya difusión ahora está en duda, buscaría plantar la semilla de esa idea.