El relato de un platense en México tras la catástrofe

"Estaba sentado, trabajando para mis clientes de marketing online. Imaginate que de repente pasen por la puerta de donde estás sentado unos cañonazos que te mueven hacia arriba y abajo, con la diferencia de que este movimiento empezó a ser cada vez más potente", cuenta Alejandro Attademo, un platense que ayer al momento del trágico terremoto que azotó a México se encontraba trabajando en un edificio ubicado en el corazón del Distrito Federal, capital de ese país.

Alejandro arribó al DF hace dos años, movilizado por nuevos desafíos laborales en el rubro del marketing online. Además, se la rebusca como actor en "producciones fílmicas que que incluso llegan a la Argentina". Ayer, mientras realizaba sus tareas, con la tranquilidad de cualquier otra jornada, comenzó a sentir un tenue temblor que poco a poco comenzó a ganar fuerza, por lo que decidió abandonar el inmueble  y bajar para encontrar un lugar que lo pusiera a salvo. "Cuando comenzó a temblar mucho, empezamos a escuchar ciertos grititos, dijimos 'vamos vamos  vamos y arrancamos", relató a La Redonda 100.3.

En ese instante el terremoto estaba ya en plena intensidad y las construcciones comenzaron a sacudirse de un lado a otro; muchas no resistieron y se fueron a pique o quedaron con  con severos daños y riesgo de derrumbe.  "Cuando salgo a la calle me encuentro con todos los vecinos. Al momento de salir  -y esto quiero comentarlo como detalle para que entienda la situación- se escuchaba gritos en los pasillos de los edificios", recordó Alejandro.

Con el desastre consumado lamentó también la situación de "amigos que se tuvieron que ir a departamentos de conocidos porque en sus moradas están en riesgo de derrumbe".

Alejandro comparó este nuevo movimiento con el que se produjo hace dos semanas y que también fue destructivo y ocasionó unas 90 víctimas fatales: "El de hace diez días, fue eterno, fue largo en serio. Este duró poco, en la cabeza mía aquel fue de 4 minutos y medio y este de 2 minutos , pero esto es sólo una percepción mía, pudo hacer sido más o menos", observó.

Respecto al catastrófico saldo parcial de más de 250 muertes y una veintena de edificios venidos a pique, dijo que puede estar relacionado a que "todas las construcciones a partir del año 1985 fueron creciendo muchísimo en condiciones de seguridad" y que en el DF "muchas aún no tenían esas normas o no estaban controladas, o en gran parte son patrimonio". 

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Sobre este último aspecto lo comparó en cierto modo con nuestra ciudad al señalar que "México es una cultura que guarda y cuida mucho lo que es el patrimonio, como La Plata. No quieren perder esos edificios tan lindos". 

"Gran parte de esos edificios, hasta donde me enteré yo, como en Colonia Condesa, se vinieron abajo", graficó.

Y resaltó que "acá hay algo muy destacable de la gente. Se puede trazar un paralelismo con la inundación de La Plata. La cual la gran fuerza, las pilas, la fuerza de recuperación la pone la gente. A diferencia de La Plata sí existe un rol participativo del Estado. Sobre todo en lo que es medicina"

Más allá de este terremoto y el anterior, y la preocupación por posible nuevos fenómenos similares, Alejandro aseguró que "mi objetivo es quedarme, tengo familia en La Plata, tengo a mi hijo Joaquín. Pero me interesa quedarme, es un lugar que me encanta, hoy en día es mi hogar. Tengo repartido mi corazón, una mitad en La Plata y otra acá, que es la que elijo para vivir. Me gusta mucho México. Esto no descarta que algún día vuelva a La Plata".

En lo que resta del día, dijo, "saldré a remover escombros, a ayudar en lo que se pueda. En la calle hay gente de todos lados del mundo ayudando, por ejemplo organizando pañales para distribuir entre los necesitados, o haciendo pasamanos con mercadería".

Por otra parte, resaltó que "si bien ayer habían parado los servicios de transporte público, hoy funcionan normalmente y sin costo para toda la población".