Falsos veterinarios: detectan que muchos atienden sin título

Vacunan, castran e incluso operan. Se autoproclaman veterinarios, pero en realidad no lo son. Profesionales del rubro piden más controles a las autoridades y que los dueños de las mascotas permanezcan alerta ante posibles irregularidades.

Como explican desde el Colegio de Veterinarios, el ejercicio ilegal se comete al fingir o al ejercer actos propios de la profesión sin contar con el título de Médico Veterinario: “Detrás de esta situación ilegal, hay distintos aspectos que se ponen en juego, como el maltrato animal, el riesgo de zoonosis, el delito de estafa e incluso el mal uso y la venta ilegal de zooterápicos en lugares no habilitados”, señalan, y en este sentido alertan: “Evitar el ejercicio ilegal de la medicina veterinaria es fundamental para preservar no solo la salud de los animales sino también el de la salud pública”.

“Detrás de esta situación ilegal, hay distintos aspectos que se ponen en juego, como el maltrato animal, el riesgo de zoonosis, el delito de estafa e incluso el mal uso y la venta ilegal de zooterápicos en lugares no habilitados”

Joana Baez cuenta que a principios de mes llevó a sus dos perros a una veterinaria para consultar por unas reacciones cutáneas: “Me atendieron dos hermanas mellizas. Una de ellas atendió a mis perros, a uno por la mañana y al otro por la tarde. Tanto a la mañana como a la tarde les tomó la temperatura y les aplicó una inyección. Al primero me pidió que lo lleve al día siguiente para un mejor diagnóstico. Y al otro le diagnosticó Demodexia, que es una enfermedad crónica, sin cura, pero que puede tratarse de por vida con una medicación que me vendió, además de un shampoo”, dice, y sigue: “Algunas actitudes, el lenguaje y las constantes ofertas de medicamentos, insecticidas, antiparasitarios y demás me hicieron dudar y le pregunté donde se había recibido de veterinaria, porque no veía ningún título, y me contestó que había estudiado en la Universidad de La Plata”.

El Colegio de Veterinarios confirmó las dudas de Joana: las dos hermanas no son veterinarias, aunque sí el padre de ellas. El caso quedó en manos de la justicia.

Osvaldo Rinaldi, presidente del Colegio de Veterinarios de la Plata cuenta que los “falsos profesionales” generalmente se manejan del mismo modo: después de trabajar junto a una persona que sí cuentan con un título habilitante o de estudiar la carrera durante unos años se lanzan a atender mascotas con apenas unos conocimientos básicos.

“Muchas veces se promocionan por redes sociales y atienden a domicilio. La diferencia entre un veterinario y un falso veterinario es abismal en cuanto a cómo atienden a las mascotas”, dice Rinaldi, y sostienen que algunos de estos falsos profesionales se arriesgan a procedimientos complejos, como los que supone un operación.

La Ley 24.527 sobre incumbencias profesionales -promulgada en 1995 por el Congreso de la Nación- establece que “será reprimido con prisión de quince días a un año el que ejerciere actos propios de una profesión para la que se requiere una habilitación especial, sin poseer el título o la autorización correspondiente. Será reprimido con multa de setecientos cincuenta a doce mil quinientos cincuenta pesos, el que públicamente llevare insignias o distintivos de un cargo que no ejerciere o se arrogare grados académicos, títulos profesionales u honores que no le correspondieren.”

Pese a la norma, Rinaldi señala que normalmente se pena con trabajo comunitario, excepto que se trate de una persona reincidente y recién ahí las penas se endurecen. Por otra parte cuenta que muchas denuncias se quedan a mitad de camino por falta de pruebas o de testigos.

Recientemente, y después de siete años de conflicto, la justicia mendocina condenó a 3 años de prisión en suspenso a Luis Angel Contardi por el doble crimen de falsificación de documento público (un título universitario) y ejercicio ilegal de la veterinaria.

A lo largo de diez años Contardi trabajó como médico veterinario sin serlo. Dirigía un refugio (“La Guatana”) al que el Estado llevaba caballos rescatados de los carreteleros. Si bien el hombre no está preso, la justicia podría obligarlo a cumplir la prisión de forma efectiva si vuelve a cometer otro ilícito.

“Éstas personas también atentan contra la salud pública”, afirma Rinaldi, y en este sentido, desde el Colegio señalan: “El médico veterinario cumple un papel de vital importancia en la comunidad, en el mejoramiento del nivel de vida del hombre, en la prevención de enfermedades y en la promoción de la salud. Cada vez existe una mayor relación entre los seres humanos, los animales y el ambiente aumentando los riesgos sanitarios”.

Para evitar caer en manos de falsos profesionales, Rinaldi recomienda tomar la precaución de llevar a las mascotas a veterinarias que cuenten con la habilitación del Ministerio de Agroindustria (debe estar exhibida para identificar al profesional a cargo, según lo exige la ley provincial 10526). Por otro lado insta a denunciar cualquier tipo de irregularidad o situación sospechosa ante el Colegio de Veterinarios de la Provincia.

La veterinaria Alejandra Cortes cuenta que en reiteradas ocasiones denunció a pet shop que, sin tener a un veterinario a cargo del negocio, venden pipetas, alimentos medicados u otros productos que necesitan del asesoramiento de un profesional.

El problema de las campañas de castración

Otro irregularidad que denuncian profesionales del área son las campañas de castraciones masivas. “En estas ocasiones lo que sucede es que muchas veces participan personas que no cuentan con título habilitante o las operaciones se realizan en cualquier tipo de establecimiento, no habilitados para este tipo de procedimiento”, cuenta Rinaldi, y lamenta: “Estas campañas las impulsan las protectoras de animales porque el Estado no hace lo que tiene que hacer y deja la problemática en sus manos”.

“La diferencia entre un veterinario y un falso veterinario es abismal en cuanto a cómo atienden a las mascotas”

Para el Colegio de Veterinarios el problema no radica en la realización de las castraciones, “sino en el desarrollo de eventos masivos que incumplen con la normativa vigente”. En este sentido, el decreto ley provincial 9686/81 establece que todo tipo de cirugías en animales deben realizarse por profesionales veterinarios. También, la ley provincial 13.879 fija que los municipios y comunas de la Provincia alcancen el equilibrio de la población de caninos y felinos con la práctica de la esterilización quirúrgica. Y que las castraciones quirúrgicas masivas deberán realizarse en los centros de zoonosis o antirrábicos municipales y provinciales.

Desde el Colegio de Veterinarios instan a los dueños de mascotas a no asistir a las campañas de castración masiva que no cumplan con las normas requeridas: lugares habilitados, condiciones higiénicas básicas y un veterinario matriculado.