La “temporada alta” de fiestas privadas y celebraciones por fuera del circuito habitual de boliches será también la de las fajas de clausura, de acuerdo con las advertencias que formuló la Comuna platense respecto de su realización al margen de las habilitaciones pertinentes.

Durante las últimas semanas, las luces azules de los patrulleros destellaron, en compañía de las de los móviles de Control Ciudadano, frente a numerosos locales de diversión nocturna, clubes, quintas y viviendas particulares en las que se desarrollaban bailes y recitales. De acuerdo con los funcionarios del área, se está suspendiendo y evacuando al menos uno por cada madrugada de viernes y sábado, y una tercera movida es desactivada antes de arrancar a partir de denuncias vecinales y tareas de “inteligencia”.

“No vamos a tolerar eventos que no hayan sido autorizados por todos los organismos que marcan las normas vigentes” asegura Roberto Di Grazia, titular de la repartición municipal de fiscalización con sede en 20 y 50. El funcionario apunta que una convocatoria se transforma en “clandestina” y pasible de clausura “cuando se desarrolla en un marco de masividad, con venta de entradas y alcohol; muchas se promueven como “cumpleaños”, pero nadie les cobra entrada a sus amigos para ese tipo de evento; la realidad es que son espacios que funcionan como boliches encubiertos, al aire libre, y en su mayoría sin papeles”.