Otros dos puntos que quedaron en el camino. Estudiantes, pese a ser superior y estar en ventaja no pudo superar a Independiente Rivadavia de Mendoza. Fue 1-1, resultado que no le permitió reencontrarse con el triunfo para trepar en la tabla Anual y que le aleja de todo objetivo importante. Tal vez lo mejor haya sido el regreso de varios de sus titulares que empezaron a tener rodaje pensando en la final del 21/12. Nada más. Posdata: el arbitraje de Pablo Giménez fue malo.
En el primer tiempo Estudiantes supo sentirse más cómodo que su rival en la cancha y ser superior en lo que a tenencia de la pelota y llegadas se refiere. No pudo irse en ventaja pero se mostró más rápido, con más variantes y situaciones de gol. Sólo le faltó ser más punzante en el área de enfrente y saber defender mejor la pelota parada para llevarse el resultado que mereció.
Otra vez pese a jugar sin un delantero de área se las ingenió como para merodear el arco de Centurión. Muchos pases y rotación complicaron a la Lepra mendocina. El Pincha fue indescifrable con jugadores que se movieron por todo el campo de mitad de cancha para adelante.
Por las bandas llegó mucho , principalmente por la izquierda con el tándem Tobio BurgosBenedetti. Por ellos llegó la mano en el área a los 5 minutos y el penal que José Sosa cambió por gol dos minutos más tarde. Fue avasallador Estudiantes en el arranque y por eso se puso en ventaja ante un rival que no pudo reaccionar.
No alojó y siguió siendo más, siempre con pases cortos y movimientos laterales. Siempre bien Ascacibar, exquisito Sosa y picante Alexis Manyoma cada vez que pasó la mitad de cancha. El colombiano, por ejemplo, llegó dos veces hasta el área: primero remató de zurda por encima del travesaño y luego hizo una pausa para que la pelota quedara en su pierna hábil pero tampoco acertó al arco. Hasta tuvo la chance de ponerse 2-0 con un cabezazo de Luciano Lollo que ganó en el punto penal de cabeza pero no le acertó al arco.
Nada hacía prever que Independiente Rivadavia pudiese empatar. Ni siquiera las pérdidas que tuvo en la mitad de cancha (una vez Neves y dos veces Bautista Kociubinski). El partido parecía controlado y enfrente un rival sin ideas y sólo apostando a la velocidad de Sebastián Villa en el mano a mano contra el Ruso o Eric Meza.
Pero este Estudiantes no es seguro en defensa. Le cuesta sostener los resultados. Solo en cinco de las 20 fechas pudo mantener la valla en cero y tres de ellas en las primeras fechas del torneo. Cada vez que lo atacan muestra alguna grieta que lo lastima. Ya sea por una distracción, una falla o lo que sea, el rival le convierte. Por eso de alguna manera no fue una sorpresa que en la primera llegada el rival le generara una jugada de peligro. Centro, mano de Benedetti en la marca (tal vez falta de confianza) y tras ser alertado por todos los jugadores del equipo mendocino (¿dónde quedó la regla que solo protestan los capitanes?) y el VAR, el árbitro Pablo Giménez cobró penal. Lo pidió el exEstudiantes Franco Romero que lo ejecutó muy bien y no lo festejó.
Para jugar el segundo tiempo Eduardo Domínguez pasó de jugar sin “9” a hacerlo con dos: adentro Guido Carrillo y Luciano Giménez. De golpe la cancha se inclinó de manera notoria. Ahora sí, al dominio del primer tiempo le sumó intensidad. De entrada Manyoma quedó mano a mano y lo tapó Centurión, luego un cabezazo de Giménez y más tarde la jugada que debió ser penal pero que el árbitro no quiso sancionar. Todo en 15 minutos.
El partido se jugó en campo visitante. Estudiantes adelantó sus líneas y con tres volantes más los dos laterales lo fue cercando, con llegadas por las bandas y algún pelotazo frontal. No tuvo la profundidad necesaria pero jugó siempre como quiso el Pincha. Esta es la crítica: no pudo convertirle a un rival que ni siquiera se mostró muy sólido en defensa, sino que hizo lo que pudo y luego con un par de cambios intentó enfriar el juego para jugar un poco más lejos de su arquero.
Pero tras esa jugada que el árbitro no sancionó penal el local se fue apagando y fue superado por su propia impotencia, pese a tener la pelota y dominar el terreno. Agotó los cambios Domínguez para ganar pero no pudo prosperar ni siquiera jugando con cuatro delanteros. Se los notó faltos de fútbol a Guido Carrillo, Cetré y Luciano Giménez, que no pudieron sincronizar un centro ni un cabezazo. Por eso el empate 1-1 no se modificó y por eso la sensación de sabor a poco pese a que no tiene en juego nada más que terminar lo más arriba posible en la tabla Anual con la mente puesta en la final del 21 de diciembre en Santiago del Estero.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-11-1-3-34-0-dejo-otros-dos-puntos-en-el-camino-deportes
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