Después de tocar fondo en Avellaneda, Gimnasia recuperó la intensidad y algo del juego para lograr una victoria importante. El equipo se pareció a aquel de los primeros tiempos de Marcelo Méndez por la búsqueda ambiciosa en ofensiva y por la intensidad para no dejar salir al rival, aunque sin el fútbol dinámico de aquellos tiempos.

En ese primer tiempo, antes y después del gol de Leandro Mamut, Gimnasia sumó cinco jugadas claras de gol. Y además pudo bancar al rival que también tuvo sus chances en esa primera mitad.

Y también redondeó un segundo tiempo aprobado, porque lo pudo liquidar en el inicio y en el final de la etapa. Positivo para un equipo que venía tan mal en las últimas fechas y que dejó una imagen muy diferente ante su público.

Iban apenas dos minutos cuando Enzo Martínez ganó de alto y obligó a una gran atajada de Tomás Durso, que se arqueó y sacó la pelota por encima del travesaño. Gimnasia, con un esquema con 3/5 defensores y Leandro Mamut jugando detrás de los puntas Santino Primante y Rodrigo Castillo, forzó el juego, por eso no extrañó que Durso tuviera que exigirse para sacar un remate de Martín Fernández.

El gol estaba al caer. Y en el cuarto tiro de esquina consecutivo, la pelota le quedó picando en el área a Leandro Mamut que fusiló a Durso para poner al Lobo 1-0 arriba. Justicia, porque fue el mejor inicio de partido en mucho tiempo para Gimnasia.

Con la ventaja, aflojó un poco la intensidad del juego tripero. Así, el conjunto tucumano pudo salir del asedio y manejar algo mejor la pelota en ataque, especialmente desde el talentoso Mateo Coronel. Un remate alto del lateral Infante fue una de las pocas llegadas del Decano del norte. Cómo contrapartida, Mamut dejó solo ante Durso a Rodrigo Castillo, que apuntó a colocar la pelota en el segundo palo y se le fue afuera por centímetros. Era el segundo del Lobo.

Se aproximó Atlético Tucumán y tuvo el empate, porque Guillermo Acosta encontró espacio en el área albiazul y habilitó a Estigarribia, pero una gran tapada de Ledesma privó al equipo tucumano de la igualdad. Y casi enseguida, Ledesma no dejó dudas para contener sin rebote un disparo desde muy lejos de Breitembruch.

Los delanteros de Atlético generaron muchos problemas a la defensa albiazul. Mateo Coronel, desde la puerta del área, tuvo un remate franco que salió desviado contra el caño izquierdo cuando Ledesma solamente podía mirar. La visita emparejó mucho el partido, que empezó a ser otro.

Reaccionó el Tripero, con una buena descarga de Castillo para Pintado y un buen centro del uruguayo desde la derecha que anticipó Santino Primante de cabeza. La pelota se fue apenas desviada. Bajamich contestó con un remate desde la medialuna, fácil para Ledesma. El final del primer tiempo encontró un poco mejor al local, aunque fue un partido de ida y vuelta que requirió máxima concentración e intensidad.

En el inicio del segundo tiempo, Nicolás Colazo robó una pelota en mitad de cancha, condujo y dejó solo a Rodrigo Castillo de cara al gol, que desperdició la chance por encima del travesaño. Volvió a apurar el Lobo como en los primeros minutos y otra vez marcó un claro predominio en el juego, aunque no pudo plasmarlo en la red, porque hubo posición adelantada en una acción que terminó en gol de Santino Primante.

Marcelo Méndez decidió los ingresos de Augusto Max y Norberto Briasco por Fernández y el lesionado Castillo. Cayó algo el ritmo del juego, lógicamente, después de un inicio interesante de la segunda etapa. Ese ritmo, un poco más calmó, benefició al Lobo ante un rival que, entre varios cambios, tuvo el ingreso del Pulga Rodríguez.

Augusto Max probó con un remate a colocar que encontró una buena respuesta de Durso. El Pulga, con un gran remate desde lejos, paralizó el Bosque. Fue un bombazo que pasó cerca del caño derecho de Ledesma, que voló y no llegaba de ninguna manera. Antes, entraron Agustín Bolívar y Manuel Panaro por Garayalde y Primante.

En el final, el Lobo pasó algún sofocón, más vinculado a no poder sacar la pelota del área que al riesgo real. Gimnasia convivió con el temor a la ventaja exigua y recién pudo respirar en el final, cuando Briasco se fue mano a mano con Durso y el arquero lo cortó con infracción fuera del área. Fue amarilla y no roja como pidieron los hinchas y, a la salida del tiro libre, el arquero le sacó un remate bárbaro a Briasco. No hubo tiempo para más, solo para la alegría de todo el Bosque por la victoria.

Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-11-25-2-53-32-el-lobo-fue-intenso-para-un-triunfo-necesario-deportes