Estudiantes cerró de la peor manera el semestre, un semestre de éxito y festejo pero que anoche mostró la fotografía de un equipo con la cabeza en otra cosa, con horrores defensivos y sin ideas de mitad de cancha para adelante. Perdió 2-0 contra Sarmiento y deberá replantearse objetivos en lo inmediato porque de lo contrario este tipo de presentaciones se repetirán en una segunda parte del año con poco en juego.
La noche fue bien negra. No le salió nada de lo que supo mostrar en los primeros meses del año e incluso lo que imaginó antes de salir a la cancha. Conforme pasaron los minutos el castillo de cristal se fue derrumbando para dejar una imagen pobre, ahora con cinco partidos sin victorias, con tres derrotas y dos empates. Más que nunca la frase barajar y dar de nuevo le cae perfecto al momento del equipo.
Estudiantes no jugó un buen primer tiempo. Quiso manejar la pelota y darle una salida clara desde el fondo, tratando de hacer ancha la cancha, con Edwuin Cetré por izquierda y Tiago Palacios por derecha. En ese esquema, con Javier Correa de 9 de área pero sin asistencia, Pablo Piatti fue volante interno y no pudo encontrarse con José Sosa. En el mediocampo el equipo de Eduardo Domínguez no pudo romper la defensa que le propuso Sarmiento, con cinco en el fondo y mucha vocación de recuperar para salir rápido de contragolpe.
El Pincha fue de menor a mayor. En los primeros minutos le costó mucho y salvo una aparición de Tiago Palacios por el segundo palo no logró llegar con peligro hasta el arco de Lucas Acosta. Esa jugada, a los 2 minutos, fue lo más claro que tuvo la visita para ponerse en ventaja.
Pero no estuvo cómodo en el juego. La cancha pesada y con pasto alto, le fue un obstáculo para prosperar con el esquema inicial, sorprendentemente con Fernando Zuqui afuera del once. No estuvo cómodo con el terreno, con el adversario y con sus propias imprecisiones.
El equipo lució con la idea de querer prosperar en el juego pero siempre padeciendo una pérdida. Con pelotazos frontales y jugando mucho por la izquierda para las subidas de Gudiño, que en un par de oportunidades le ganó las espaldas a Luciano Lollo y también a Eros Mancuso. Desde allí el local tuvo sus pocas aproximaciones al arco de Matías Mansilla, que pese a no ver la pelota cerca de su área se tuvo que encargar de desviar un par de remates desde afuera del área.
En el arranque del segundo tiempo Estudiantes salió un poco más decidido a buscar el arco de enfrente. Al menos desde la postura quiso copar la parada, manejar la pelota con mayor agresividad y el cambio de Zuqui por un errático Enzo Pérez. En los primeros 10 minutos pareció ser otro, incluso con una guapeada de Mancuso que casi termina en gol.
Pero volvió a ser muy frágil en defensa, esta vez por la punta izquierda en la que Nicolás Fernández tuvo otra vez problemas para la marca como hace unos meses cuando fue titular en ese mismo estadio. De repente pasó de tener el partido controlado a sufrirlo como nunca. Una pérdida del lateral le dejó dos veces el gol servido a Sarmiento, una vez salvada por Matías Mansilla y otra por Luciano Lollo, ahora en la línea ante el tiro de Gho. En 15 minutos del segundo tiempo Estudiantes jugó los peores minutos del partido y de buena parte del año. Cuesta encontrar otro desconcierto semejante.
Otra vez salvó el arquero al córner tras el intento de Gudiño, que de inmediato tuvo revancha cuando Manuel García probó desde afuera del área y lo encontró muy solo por el palo izquierdo del arquero. En la cancha dio la sensación de un claro off side, en el VAR no tan grosero pero unos centímetros adelante del marcador. No obstante Nazareno Arasa trazó las líneas de esas que siempre generan polémica y tras unos minutos Jorge Baliño convalidó el gol.
Más allá de que haya estado adelantado o no, el gol fue un justo castigo a un equipo frágil, con la mente puesta en las vacaciones y no en el partido. Lo habían salvado Lollo y el arquero, pero no tuvo más vidas y por eso quedó en desventaja.
Lejos de despertarlo, el gol lo tiró más abajo todavía. Tiago Palacios se salvó de la expulsión y, tras cartón, llegó el segundo gol, a los 23 minutos. Lo hizo Manuel García luego de un centro que la defensa marcó pésimo y durmió, y dejando solo al volante para empujar al gol tras el rebote que dio Mansilla, que más no podría haber hecho. Una desventaja de dos goles en una ráfaga letal, que destruyó las pocas expectativas del equipo.
La imagen final de este semestre no fue la mejor. Todo lo contrario. Muy lejos estuvo de ser la mostrada en buena parte del año, donde el once fue otro, muy diferente al de ayer.
Sin dudas que el descanso le viene ideal para recargar pilas y pensar en nuevos objetivos. El equipo llegó a un techo y necesita replantearse varias cosas como para llegar al tramo final del año con otra impronta. La de anoche, sin dudas que no será.
Nota publicada originalmente en: https://www.eldia.com/nota/2024-6-14-3-57-39-flojo-de-defensas-se-trajo-un-feo-tropezon-de-junin-deportes
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