El 85 por ciento de los presos bonaerenses usan celulares y la polémica está instalada
El permiso, que se habilitó con la pandemia, sigue vigente. Se supone que está restringido al uso de WhatsApp y llamadas, pero cada vez más presos suben contenido a sus redes, mantienen el control de sus bandas y montan empresas delictivas. Quienes defienden el uso de los dispositivos aseguran que redujeron la conflictividad y mejoraron el acceso a la salud, la reinserción y el estudio. Voces a favor y en contra
